¡Una bella machorra se convierte en futa!

A Ashleigh le crece un apéndice extra y aprende a usar sus encantos.

Ashleigh era una mujer completamente, pero también le gustaban las mujeres. Con unas cuantas bebidas encima, no tenía problemas en seducir a sus mejores amigas si no había buenos hombres disponibles inmediatamente. ¡Ella era definitivamente la hembra alfa de su grupo! Una noche de juerga con sus amigas era la oportunidad ideal para llevarse a la cama a Abigail, su más reciente mejor amiga, pero las cosas no salieron como esperaba. Un encuentro fortuito con una misteriosa mujer gitana la llevó al baño de mujeres y por primera vez, ¡Ashleigh fue tomada como una chica sumisa por una mujer que también era un hombre! Sí, ¡la gitana era una futanari! Y cuando volvió en sí, ¡Ashleigh lo era también!

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